jueves, 5 de enero de 2012

LAS LETANÍAS DEL CORAZÓN DE JESÚS III MEDITACIONES JUAN PABLO II





Escribe tu resumen aquí.Escribe el resto de tu post aquí.

LAS LETANÍAS AL CORAZÓN DE JESÚS II – MEDITACIONES JUAN PABLO II

En esta sesión se examinaron las siguientes cuestiones:



1º.- Las reflexiones de Juan Pablo II en relación con las letanías del Corazón de Jesús en cuanto tales.






Tres ideas:
a) Están centradas en el misterio interior de Cristo
b) Estas letanías nos muestran el misterio de la redención de la reparación
c) En el rezo del Angelus se pone de manifiesto el diálogo entre los Corazones de Jesús y de María



2º.- Las reflexiones de Juan Pablo II sobre las siguientes letanías:




a) Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, Domingo 2 de junio de 1985
b) Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el Espíritu Santo, Domingo 27 de junio de 1982 - Domingo 2 de junio de 1985
c) Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios, Domingo 9 de julio de 1989
d) Corazón de Jesús, de infinita majestad, Domingo 16 de junio de 1985
e) Corazón de Jesús, templo santo de Dios, Domingo 9 de junio de 1985
f) Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, Domingo 9 de junio de 1985



3º.- Consagración de la familia al Sagrado Corazón de Jesús

Sagrado Corazón de Jesús:

Por medio del Corazón Inmaculado de María, esta familia cristiana, postrada ante tus pies, quiere consagrarse a Ti. Todas sus voces se unen para pedirte:
- que reines en este hogar;
- que dirijas todos sus pasos;
- que presidas todos sus actos;
- que ilumines la inteligencia de los padres para saber educar a los hijoc en la caridad de Cristo, y la mente de los hijos para saber escoger, en esta vida, el camino que les conduzca a Ti.

Derrama sobre esta familia los dones del Espíritu Santo para que sea fiel a los planes de Dios y, constituida en Iglesia Doméstica, ejerza su triple ministerio: Sacerdotal, Profético y Real.

Corazón de Jesús: Que esta familia esté siempre alegre en la paz de la conciencia. Cuida de ella como cuida tu Providencia de los pájaros y de las flores, y dale el temor de Dios en esta vida y la felicidad de reunirnos todos Contigo en el Cielo. Amén.

4º.- Letanías del Corazón de Jesús

- Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, Domingo 2 de junio de 1985
- Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el Espíritu Santo, Domingo 27 de junio de 1982 - Domingo 2 de junio de 1985
- Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios, Domingo 9 de julio de 1989
- Corazón de Jesús, de infinita majestad, Domingo 16 de junio de 1985
- Corazón de Jesús, templo santo de Dios, Domingo 9 de junio de 1985
- Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, Domingo 9 de junio de 1985

*******************************************************************

- Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, Domingo 16 de junio de 1985
- Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad, Domingo 23 de junio de 1985
- Corazón de Jesús, santuario de la justicia y del amor, Domingo 30 de junio de 1985 - Domingo 14 de julio de 1985
- Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, Domingo 21 de julio de 1985
- Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, Domingo 28 de julio de 1985
- Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, Domingo 4 de agosto de 1985
- Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, Domingo 25 de agosto de 1985
- Corazón de Jesús, en quien se hallan todos los tesoros de la sabiduría, y de la ciencia, Domingo 1 de septiembre de 1985
- Corazón de Jesús, en quien reside toda la plenitud de la divinidad, Domingo 15 de septiembre de 1985 - Domingo 15 de junio de 1986
- Corazón de Jesús, en quien el Padre se complace, Domingo 22 de junio de 1986
- Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido, Domingo 27 de junio de 1982 - domingo 13 de julio de 1986
- Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, Domingo 20 de julio de 1986

********************************************************************
- Corazón de Jesús, paciente y lleno de misericordia, Domingo 27 de julio de 1986
- Corazón de Jesús, generoso para todos los que te invocan, Domingo 3 de agosto de 1986
- Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad, Domingo 10 de agosto de 1986
- Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, Domingo 17 de agosto de 1986
- Corazón de Jesús, colmado de oprobios, Domingo 24 de agosto de 1986
- Corazón de Jesús, triturado por nuestros pecados, Domingo 31 de agosto, 1986
- Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, Domingo 23 de julio, 1989
- Corazón de Jesús, traspasado por una lanza, Domingo 30 de julio, 1989
- Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo, Domingo 13 de agosto, 1989
- Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra, Domingo 27 de agosto, 1989
- Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra. Domingo 3 de septiembre, 1989
- Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, Domingo 10 de septiembre, 1989
- Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, Domingo 17 de septiembre, 1989
- Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren, Domingo 5 de noviembre, 1989
- Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, Domingo 12 de noviembre de 1989

LAS LETANÍAS AL CORAZÓN DE JESÚS II – MEDITACIONES JUAN PABLO II



1.- Están centradas en el misterio interior de Cristo



a) Los misterios del Corazón de Jesús, Dios y Hombre están expuestos de un modo penetrante y profundo en las letanías.



Estos misterios han sido propuestos por la liturgia de la solemnidad del Sagrado Corazón.

He aquí las palabras del Apóstol San Juan:

"En eso está el amor, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó y envió a su Hijo, como propiciación por nuestros pecados" (1 Jn 4, 10)... "para que nosotros vivamos por Él" (ib., 4, 9). Tenemos aquí la síntesis de todos los misterios escondidos en el Corazón del Hijo de Dios: el amor "preveniente", amor "satisfactorio", amor "vivificante".

Este Corazón palpita con su sangre humana, que ha sido derramada en la cruz. Este Corazón palpita con todo su inagotable amor que está eternamente en Dios. Amor que permanece siempre abierto a nosotros por la herida producida por la lanza.



"Si de esta manera nos amó Dios, también nosotros debemos amarnos unos a otros" (1 Jn 4, 11). El amor hace nacer el amor, desencadena el amor y se realiza mediante el amor. Domingo 1 de julio de 1984



Las letanías del Corazón de Jesús se inspiran abundantemente en las fuentes bíblicas y reflejan las experiencias más profundas de los corazones humanos.



Son oración de veneración y de diálogo auténtico con este único Corazón, que es "fuente de vida y de santidad"; "paciente y lleno de misericordia"; y "generoso para todos los que le invocan".



Es la oración centrada en el misterio interior de Cristo: Dios-Hombre.



Es una fuente de inspiración para nuestra vida interior: para nuestra relación con el misterio de Jesucristo. 15 de junio, 1986.



2.- Las letanías del Corazón de Jesús nos muestran el misterio de la redención y reparación



Al venerar al Corazón Divino― conocemos el misterio de la redención en toda su divina y, a la vez, humana profundidad.



A la vez, nos hacemos sensibles a la necesidad de reparación. Hablar del Corazón traspasado es decir toda la verdad de su Evangelio y de la Pascua.



3.- En el rezo del Angelus se aprecia el diálogo especial entre los Corazones de Jesús y María.



Desde el primer instante de la Encarnación se estableció una unión de corazones. El Corazón de María es el primero que habló al Corazón de Jesús.



Corazón de Jesús Hijo del Eterno Padre.



La Iglesia encuentra en el Corazón de Cristo el acceso al Dios que es la Santísima Trinidad. Al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Este único Dios —Uno y Trino a la vez— es un misterio inefable de la fe.



Él "habita en una luz inaccesible" (1 Tim 6. 16). Y, al mismo tiempo, el Dios infinito ha permitido que le abrace el Corazón de un Hombre cuyo nombre es Jesús de Nazaret, Jesucristo.



Y a través del Corazón del Hijo, Dios Padre se acerca también a nuestros corazones y viene a ellos.



Y así cada uno de nosotros es bautizado "en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo".
Catecismo de la Iglesia Católica



Profesión de la fe cristiana: Creo en “Jesucristo, Hijo Único de Dios”






441 Hijo de Dios, en el Antiguo Testamento, es un título dado a los ángeles, al pueblo elegido, a los hijos de Israel y a sus reyes (cf. 2 S 7, 14; Sal 82, 6). Significa entonces una filiación adoptiva que establece entre Dios y su criatura.



Cuando el Rey-Mesías prometido es llamado "hijo de Dios", no implica necesariamente, según el sentido literal de esos textos, que sea más que humano. Los que designaron así a Jesús en cuanto Mesías de Israel (cf. Mt 27, 54), quizá no quisieron decir nada más (cf. Lc 23, 47).



442 No ocurre así con Pedro cuando confiesa a Jesús como "el Cristo, el Hijo de Dios vivo" (Mt 16, 16).



443 Si Pedro pudo reconocer el carácter transcendente de la filiación divina de Jesús Mesías es porque éste lo dejó entender claramente ante el Sanedrín, a la pregunta de sus acusadores: "Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?".
Distinguió su filiación de la de sus discípulos, no diciendo jamás "nuestro Padre" (cf. Mt 5, 48; 6, 8; 7, 21; Lc 11, 13) y subrayó esta distinción: "Mi Padre y vuestro Padre" (Jn 20, 17).



444 Los evangelios narran en dos momentos solemnes, el Bautismo y la Transfiguración de Cristo, que la voz del Padre lo designa como su "Hijo amado" (Mt 3, 17; 17, 5). Jesús se designa a sí mismo como "el Hijo Único de Dios" (Jn 3, 16) y afirma mediante este título su preexistencia eterna (cf. Jn 10, 36).



Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen María.



Por obra del Espíritu Santo fue formada en el seno de la Virgen de Nazaret la Humanidad de Cristo, Hijo del Eterno Padre.



¡Por obra del Espíritu Santo fue formado en esta Humanidad el Corazón! El Corazón.



El Corazón, -el órgano central del organismo humano de Cristo- y, a la vez, el verdadero símbolo de su vida interior: del pensamiento, de la voluntad, de los sentimientos..



En esta invocación encontramos el eco de un artículo central del Credo. En el que profesamos nuestra fe en "Jesucristo, Hijo único de Dios", que "bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre".



La santa humanidad de Cristo es, por consiguiente, obra del Espíritu divino y de la Virgen de Nazaret.



a) Es obra del Espíritu. Lo afirma el Evangelista Mateo: "Lo engendrado en Ella (María) es del Espíritu Santo", (Mt 1, 20); y lo afirma el Evangelista Lucas: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra" (Lc 1, 35).



El Espíritu ha plasmado la santa humanidad de Cristo: su cuerpo y su alma, con toda la inteligencia, la voluntad, la capacidad de amar. En una palabra, ha plasmado su corazón.



Del Espíritu le viene:
la sabiduría que llena de estupor a los doctores de la ley y a sus conciudadanos,
el amor que acoge y perdona a los pecadores,
la misericordia que se inclina hacia la miseria del hombre,
la ternura que bendice y abraza a los niños,
la comprensión que alivia el dolor de los afligidos
.



El Espíritu dirige los pasos de Jesús, lo sostiene en las pruebas, lo guía en su camino hacia Jerusalén, donde ofrecerá el sacrificio de la Nueva Alianza (Lc 12, 49).



b) La humanidad de Cristo es también obra de la Virgen. El Espíritu plasmó el Corazón de Cristo en el seno de María, que colaboró activamente con Él como madre y como educadora.
como Madre, Ella se adhirió consciente y libremente al proyecto salvífico de Dios Padre, siguiendo en silencio lleno de adoración, el misterio de la vida que de Ella había brotado y se desarrollaba:
― como educadora, plasmó el Corazón de su propio Hijo, introduciéndolo, junto son San José, en las tradiciones del pueblo elegido, inspirándole el amor a la ley del Señor, comunicándole la espiritualidad de los "pobres del Señor". Le ayudó a desarrollar su inteligencia y ejerció influjo en la formación de su temperamento.
.



Por tanto podemos afirmar con verdad: en el Corazón de Cristo brilla la obra admirable del Espíritu Santo; en Él se hallan también los reflejos del corazón de la Madre.



Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios



La expresión "Corazón de Jesús" nos hace pensar inmediatamente en la humanidad de Cristo, y subraya su riqueza de sentimientos:
su compasión hacia los enfermos,
su predilección por los pobres,
su misericordia hacia los pecadores,
su ternura hacia los niños,
su fortaleza en la denuncia de la hipocresía, del orgullo y de la violencia,
su mansedumbre frente a sus adversarios,
su celo por la gloria del Padre y
su júbilo por sus misteriosos y providentes planes de gracia
.



Con relación a la pasión, la expresión "Corazón de Jesús" nos hace pensar en:
la tristeza de Cristo por la traición de Judas,
el desconsuelo por la soledad,
la angustia ante la muerte,
el abandono filial y obediente en las manos del Padre.




Y nos habla sobre todo del amor que brota sin cesar de su interior: amor infinito hacia el Padre y amor sin límites hacia el hombre.



Este Corazón "está unido ―como nos recuerda la invocación―, a la Persona del Verbo de Dios". Jesús es el Verbo de Dios encarnado: en Él hay una sola Persona, la eterna del Verbo, subsistente en dos naturalezas, la divina y la humana. Jesús es uno, en la realidad, al mismo tiempo perfecto en su divinidad y perfecto en nuestra humanidad; es igual al Padre por lo que se refiere a la naturaleza divina, e igual a nosotros por lo que se refiere a su naturaleza humana; verdadero Hijo de Dios y verdadero Hijo del hombre. El Corazón de Jesús, por tanto, desde el momento de la encarnación, ha estado y estará siempre unido a la Persona del Verbo de Dios.



Por la unión del Corazón de Jesús a la Persona del Verbo de Dios podemos decir: en Jesús Dios ama humanamente, sufre humanamente, goza humanamente. Y viceversa: en Jesús el amor humano, el sufrimiento humano, la gloria humana adquieren intensidad y poder divinos.
Corazón de Jesús, de infinita majestad



Mirad: la infinita Majestad de Dios se oculta en el Corazón humano del Hijo de María.
Este Corazón es nuestra Alianza.
Este Corazón es la máxima cercanía de Dios con relación a los corazones humanos y a la historia humana.
Este Corazón es la maravillosa "Condescendencia" de Dios: el Corazón humano que late con la vida divina: la vida divina que late en el corazón humano
.

Corazón de Jesús, templo santo de Dios / Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo.



Corazón de un Hombre semejante a tantos, a tantos otros corazones humanos y, a la vez, Corazón de Dios-Hijo.



Por tanto, si es verdad que en cada uno de los hombres "habita" Dios, de algún modo, en su corazón, entonces en el Corazón del Hombre de Nazaret, de Jesucristo, habita Dios. Es "templo de Dios", por ser Corazón de este hombre.



Dios-Hijo está unido con el Padre, como Verbo Eterno, "Dios de Dios, Luz de Luz..., engendrado no creado". El Hijo esta unido con el Padre en el Espíritu Santo, que es el "soplo" del Padre y del Hijo y es, en la Divina Trinidad, la Persona-Amor.



El Corazón del Hombre Jesucristo es, pues, en el sentido trinitario, "templo de Dios": es el templo interior del Hijo que está unido con el Padre en el Espíritu Santo mediante la unidad de la Divinidad. ¡Qué inescrutable permanece el misterio de este Corazón, que es "templo de Dios" y "tabernáculo del Altísimo"!



3. Al mismo tiempo, es la verdadera "morada de Dios con los hombres" (Ap 21, 3), porque el Corazón de Jesús, en su templo interior, abraza a todos los hombres. Todos habitan allí, abrazados por el eterno amor. A todos pueden dirigirse —en el Corazón de Jesús— las palabras del Profeta: "Con amor eterno te amé, / por eso prolongué mi misericordia (Jer 31, 3). Domingo 9 de junio de 1985



Catecismo de la Iglesia Católica



PRIMERA PARTE - LA PROFESIÓN DE LA FE
Profesión de fe: Creo que "Jesucristo fue concebido por obra y graciadel Espíritu Santo y nació de santa María Virgen".